lunes, 30 de abril de 2007

Quesitos para todos

Bienvenidos al blog del quesito, o sea, mi blog.
El caso es que nunca se me había pasado por la cabeza escribir un diario cibernético. En primer lugar por el trabajo que supone. Natural born vaga que es una, qué le vamos a hacer. Si las tareas diarias ya me suponen un esfuerzo considerable, echarse una más a la espalda -y por gusto- me parece absurdo (por no decir otra cosa peor, por ejemplo, gilipollez)
El otro motivo que siempre he tenido para recelar de los blogs, es que soy muy pudorosa para ciertas cosas. Siempre me ha gustado escribir, pero me muero de vergüenza sólo de pensar que alguien vaya a leerme. No es que vaya a contar intimidades ni a confesar secretos, pero hasta mi pensamiento más puro y/o vulgar (vulgar de corriente, entiéndase, no de lo otro), es mío. Ea, lo que es mío es mío.
Pero lo de El blog del quesito es gracioso. Topo Gigio estuvo pegado a la pared del cuarto de baño de mis padres durante años, empuñando dos pequeños cepillos de dientes que nunca llegué a usar porque me daba pena. También estaba en la portada de uno de los discos de Enrique y Ana, con los que cantaba aquello de cuchi-chí. Ahora, gracias al blog-galactico y a las inmersiones de Sharrukito en el youtube, Topo Gigio ha vuelto cantando para todos nosotros, sus fieles seguidores, el sin par Rock del Quesito.



Sentados en un velador de Udine se nos ocurrió lo de cambiar rock por blog y aquí estoy, perdiendo el tiempo miserablemente con todo lo que tengo que hacer.
Mi intención es actualizar de vez en cuando antes de ponerme el gorrito de dormir, pero, como me conozco la mar de bien, no prometo nada. Y todos a comer queso, hombre, qué mira lo sanote que está Topo Gigio con la de años que tiene.