miércoles, 2 de mayo de 2007

Las tribulaciones tributarias de Topo Gigio

Había una vez un Topo Gigio que se ganaba el quesito con el sudor de su frente. Trabajaba muy duro para poder tener quesitos en su mesa todos los días y para ahorrar un poquito de queso para tiempo peores. En realidad, él no pensaba que fuera a necesitar nunca esos quesitos que tenía guardados, pero Topo Gigio vivía en una comunidad que le había enseñado desde pequeño que los quesitos hay que ganarlos y después guardarlos.
En esta comunidad, además, existía una cosa llamada impuestos que cada mes de mayo volvía loco al pobre Topo Gigio. En realidad no le molestaba darle parte de su quesito al gran Topo (aunque en reuniones siempre decía lo contrario para quedar bien y seguir la corriente general). Al pequeño Gigio también le habían enseñado que tributar era bueno, y que gracias a su quesito otras personas podían comer, ir al colegio, ponerse inyecciones cuando estaban malitos y coger el autobús.
El problema era que no todos pensaban como Topo Gigio, y no todos tenían tan claro que el quesito se ha de repartir entre todos. Por supuesto, había muchos topos que sí querían repartir sus quesitos, sí, pero encontraban los cálculos tan engorrosos que, al ver lo bien que se manejaba Gigio con los números, le endosaron a él el trabajo de presentar las declaraciones queseras. Así, el pobre Topo Gigio pasaba horas y horas calculando su IQTF (impuesto sobre el quesito de los topos físicos) y el de todos los demás. Lo peor de todo no eran los números en sí, sino explicarles a los otros topos de dónde salían todas aquellas cifras y por qué cada topo tributa de una manera diferente según el quesito que haya ganado ese año y cómo lo haya hecho.
Al final al pequeño Topo Gigio no le salió mal la jugada. El Gran Topo le devolvió 94,37 gramos de quesito, que invirtió en la fábrica de ganchitos de queso más cercana al agujerito donde vive.
Un día Topo Gigio me dijo que el día que hacía la declaración del IQTF era, junto con la noche del Festival de Topovisión, los momentos más esperados del año. Aunque es el topo más lindo que conozco, nunca entenderé sus extravagancias.

6 comentarios:

Luis dijo...

Hmmmm... Convidá de eso que estás fumando, turra! jajajaja...

Este Topo Gigio... Al final es un vulgar publicano xDDD

Besitos quesitos

Luis dijo...

¡Y está cumpliendo! Arregla el mundo antes de irse a dormir :D

rei dijo...

IQTF (impuesto del quesito sobre los topos físicos), ja j aj aja ja.

y el gran Topo por masa corporal es lógico ke coma más.

Mr. D dijo...

Topo Gigio necesita un gestor, pero ya. A poder ser, que no sea el nuestro, que es un manta.

Anónimo dijo...

Felicitats pel bloc!!!

:-D

Jo sóc dels que també tenen la imatge de Topo Gigio flirtejant amb la Xuxa... Maleït salt generacional; no puc veure aquell ratolinet com un animaló innocent.

Mr. Potx

Anónimo dijo...

Me ha encantado el blog del quesito. Pudores para qué, si total, hablas de otros… (bueno, no, que también he leído lo del fútbol y ahí hablas de ti, pero obviemos que soy del Barça –Farça que me dice uno- y que no he encontrado la pasión futbolera que un día se me cayó del bolsillo). Pues nada, que igual el amigo Gigio nos querría echar una mano, que estamos en casa con una declaración ya preparada para enviar y que da error sin que sepamos el motivo y otra en la que lo que tendría que desgravar no desgrava…