lunes, 7 de mayo de 2007

¿Cuánto vale un queso?

El viernes durante la cena una amiga nos explicaba sus experiencias en la India. Nos habló de las diferencias entre clases sociales y del racismo y clasismo silencioso y aceptado que existía. Acabó diciendo: “no todas las vidas valen lo mismo”. Y tenía razón.
El mismo viernes por la mañana leí en El Periódico una noticia que me dejó helada. Unos periodistas habían visitado el lugar donde, unos días antes, las bombas estadounidenses habían matado 130 talibanes. La noticia (que aparecía en páginas interiores en vez de en portada) explicaba que entre los 130 cadáveres habían contado muchos niños y un número indeterminado de cuerpos que parecían mujeres. Después de hablar con la gente del pueblo, estos les confirmaron que el ataque no había sido contra posiciones talibanes, sino contra un pueblo habitado por campesinos y que acaba de estrenar una nueva escuela.
Una escuela, que por cierto, habían construido los militares italianos con dinero enviado por la agencia de cooperación italiana. Ciento cuarenta y siete mil euros había costado el edificio y su equipamiento. Ahora son cuatro paredes llenas de agujeros.
El ejército estadounidense ha vuelto a equivocarse pero no pasa nada. Más de la mitad de las víctimas son civiles y nadie se ha enterado de nada.
Recuerdo que el día que escuché la noticia de la muerte de los 130 supuestos talibanes, pensé que en el fondo era una injusticia. Es casi el mismo número de personas que murió en los atentados del 11-M, pero sus vidas valen mucho menos. Tan poco, que ni siquiera merece la pena aclarar si eran civiles o no.
No es que la cosa cambie mucho por saber si eran de los “buenos” o de los “malos”. El muerto, muerto está.
(El muerto al hoyo y el vivo… a Spiderman 3 o a lo que se tercie)

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=402443&idseccio_PK=1007

4 comentarios:

Luis dijo...

Estimada:

Estaba por decir algo, pero podría resultar demasiado duro (más cuando ciertos temas, usted me conoce, me enecabritan más de la cuenta).

Sólo me queda reflexionar que estos son horrores que no se repetirían si alguna vez (que sería bueno que fuera YA) tomáramos real conciencia del valor de cada vida (hasta los que creemos tenerla, y si la tenemos, hacerla crecer), y que el no hacer nada es apoyar al que obra mal, al que asesina, al que se vende, al que negocia con las vidas de los demás.

¡Y nos falta tanto! Tanto, que algunos ni se plantean esto.

Pero al menos al hablarlo, al expresarlo, ya se logra (para mí) algo importante, y es que no se quiere solamente despertar la propia conciencia, sino la de los demás que pueden tener un contacto formal u ocasional con uno.

Besos y buena semana

Mr. D dijo...

Yo siempre he pensado asi. En las tragedias cotidianas solo cuentan las vidas de europeos o americanos. Los genocidios de africanos en guerras civiles, muy superiores a los atentados en occidente, siempre nos dejan frios, indiferentes.
Por eso he dejado de ver las noticias de la tele. Para no escuchar cosas como: "se ha estrellado un avion en el Zaire con 300 personas y no ha habido ningun superviviente. Afortunadamente no se encontraba ningun español a bordo".
Puta realidad, que decía Mario.

Anónimo dijo...

Qué cierto todo lo que dices, y qué cierto también los dos comentarios de Luis y de Mr. D.
Falta concienciarse porque mientras tragedias como éstas no nos conmuevan tanto como el 11-S o el 11-M es que hay algo que falla.
Obviamente, si entre ellos se encontrara un español, como dice Mr. D, otro gallo cantaría. Pero es que ya se sabe, hay personas que importan y otras que no.

rei dijo...

si muriera un español en ese avión lo veriamos como una curiosidad.. más aún ke coño hacia un españolito por esos lares.

t´hamos curaos despantos